sábado, 20 de noviembre de 2010

Una X en la casilla de la vida


Es el primer puente que pasamos completo en DF. Puede parecer que por quedarnos en México no hemos hecho nada, pero no, lo hemos aprovechado al máximo (mis compañeros y yo). Hay que decir que nos quedamos en Ciudad de México porque nos pilló el toro y no programamos con tiempo el viaje. Pero ha merecido la pena. Lo más destacable en esta ocasión y por lo que puedo marcar una X en la hoja "Cosas que hacer en la vida" ha sido ir al Estadio Azteca. Pero vamos por partes.

Llegar al estadio tiene miga porque vas embutido en el metro, trenes ligeros... Pero una vez ves el estadio por fuera comienza a impresionarte.

La primera curiosidad es que no se puede acceder al estadio con cinturón por cuestiones de seguridad, parece que cuando la gente se calienta comienza a zurrarse con los cintos. Como solución, que los mexicanos tienen muchas, hay gran cantidad de gente que por 10 pesos (60 céntimos) se encarga de guardártelo todo el partido. A todo ello hay que sumar la gran cantidad de puestos y vendedores ambulantes que hay en los accesos al estadio, como en cualquier partido de la LFP pero con más gente y variedad de productos. 

Una vez superas el primer control de acceso, en el que te cachean, te diriges a la rampa por la que tienes que entrar. Tras esto te toca la puerta y otro control, casi nada; pero por fin consigues ver el estadio por dentro. La palabra es impresionante, aunque creo que se queda corto. Casi se ve una neblina que no te limita la visión de un lado al otro del campo. Sus capacidad para más de 115.000 personas te deja con la boca abierta, aunque en más de una ocasión a llegado a acoger a más de 120.000 personas, es decir, escaleras y accesos llenos de gente. Es el estadio con el record de afluencia a un partido de fútbol y de fútbol americano. Con forma ovalada la visión es perfecta desde todo el estadio. No hay que olvidar que es el único estadio del mundo que ha acogido dos finales del mundial (1970 y 1986).

Aun así lo que más impresiona son las aficiones. Están cantando desde que entran en el estadio hasta que salen. Fuimos a ver el derbi América-Pumas (comparando sería un Madrid-Atlético de Madrid). Es impresionante como cantan y viven el partido. El Pumas se jugaba la clasificación a los play-off y lo consiguió venciendo 0-1, hacía tres años que los de la UNAM no ganaban en el Azteca. 

En otro orden de cosas hay que decir que me chocó que una parte del estadio estuviese vacía. Pero en cuanto comienza el partido te das cuenta. Las hinchadas encienden bengalas y las lanzan. En ese momento te das cuenta del por qué.

Como titulo, es una X de las cosas que hacer en la vida que ya puedo marcar. 

PS: Siento no poner fotos. Por seguridad no me llevé mi cámara y me las tienen que pasar.

Reflexión final:
La vida sigue igual. Aunque tengas sustos. Te apenes y pases malos momentos. La vida continúa su camino. Lo pasamos mal unos minutos pero seguimos nuestro camino. Nada nos parará. Seguiremos disfrutando de todo como si fuese el primer día. Repito, la vida sigue igual.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Imágenes que lo dicen todo

La verdad es que no estoy muy animado para escribir, por ello creo que voy a subir sólo (solo, según dice ahora la RAE) unas fotos del pasado puente. Creo que estas imágenes reflejan casi al 100% como pasé el puente. Hubo de todo: picaduras de alacrán, buena compañía, 10 horas de furgo, arroz con langosta (como recordé Alicante), noctilucas y una espectacular noche, la noche de muertos. Una noche que recomiendo a todo el mundo. 

Por cierto en la playa tuve la espectacular suerte de ver nacer tortugas. Una pasada. Lo malo fue que en ese momento no tenía la cámara. Fue algo raro, porque cuando salía de la cabaña me di media vuelta y dije "¿agarro la cámara?" pero al minuto pensé, "para que, sólo voy a dar un paseo por la playa". Ese paseo se convirtió en algo muy bonito. Os dejo con las fotos que hice y la reflexión final.

PS. En la última foto se puede ver la explicación del significado de los altares de muertos.








































Reflexión final:
Aprovecha cada minuto de tu vida. Es único e irrepetible. Da igual con quien estés y como estés, disfruta. Si no te gusta la música, seguro que la compañía si. En caso de no estar disfrutando de un lugar, seguro que los pequeños detallen te alegran en día. Aprovecha cada minuto. Goza pero no malgastes tontamente lo que tienes. Disfrutar no implica derrochar. Así que disfruta cada minuto de tu vida. Con el tiempo lo agradecerás.